Hoy hemos conmemorado el IV Centenario de la muerte de Cervantes representando distintos capítulos de su obra más importante "Don Quijote de la Mancha".
Os dejamos las imágenes y los vídeos.
Os dejamos los vídeos con el texto escrito por Roberto Cortés.
PRESENTACIÓN: En un lugar de Herrera de Pisuerga, en tierras de la Ojeda y el Boedo, hacemos una fiesta del recuerdo del novelista, dramaturgo y poeta: Don Miguel de Cervantes Saavedra, que ningún día pasó en este pueblo, pero si estoy atenta y no me duermo, quizás le vea entrar por esa puerta. De su muerte cuatrocientos eneros, mas su obra no está, para nada, muerta: recibe, hoy, homenaje postrero. De Don Quijote, Sancho y Dulcinea hoy sus aventuras recordaremos. ¡Disfrutad y escuchad con tez atenta! |
DON QUIJOTE ES ARMADO CABALLERO: ¡Pobre Don Quijote, qué loco está! Su cabeza llena de fantasía provoca que todo el mundo se ría. ¡Cree que a un castillo acaba de llegar! Quiere que le hagan caballero armar y del ventero de la hacienda fía, imagina que posee una alcaldía, que para esto tiene autoridad. ¡Vaya ajetreo, cuánta algarabía! Aldeanos bienen de todo lugar aun siendo aquella una mañana fría. Traed a Don Quijote, hacedle pasar. ¡Silencio, que va a hablar su señoría! ¡Callad y vamos todos a escuchar! |
¡ARDEN LOS LIBROS DE CABALLERÍA! Don Quijote, preso de la locura, regresa a su casa con la familia, con promesa de dieta alimenticia y dejar para siempre su armadura. Pero después ha dicho el señor cura, que al tiempo sería buena justicia acabar con tamaña maleficia y arrasar con su libros y cultura. Formar una hoguera nocturna con toda historia de caballería y así poderle dar buena fortuna convirtiendo, en descanso, su vigilia. ¡Imaginad esta hoguera y su altura que pone fin a aventuras ficticias! |
LOS MOLINOS: La locura de nuestro buen Quijote por aventuras de caballería no presenta parangón ni medida conduciéndole así de golpe en golpe. En este episodio corre al galope contra un molino donde se hace harina convencido, él mismo juraría, de que es un gigante con su garrote. Sancho Panza grita y se desgañita, que no es gigante lo que ve en el monte, mas Rocinante galopa y relincha. No hay quién detenga el ansia de este hombre de mostrar su valor y gallardía... ¡Allá va sin mirar, ved cómo corre! |
LOS REBAÑOS DE OVEJAS: Levantose gigante polvareda de ejércitos en su imaginación. Son ejércitos, no falta razón, pero de blancas y suaves ovejas. Don Quijote se rascó la cabeza, colmado de espejismo y de ilusión: la derrota no está en su corazón, el ansia de aventuras no le deja. ¡Escuche, hágame caso, señor! Le grita Sancho, le insiste y se queja. ¡Qué sólo es un rebaño y su pastor! ¡Déjame, Sancho, no insistas, espera verás que estamos, muy bien lo sé yo, ante gran aventura caballera! |
DULCINEA DEL TOBOSO: Hermosa dama, mi amor pretendido, Dulcinea del Toboso es su nombre. ¡No hay mujer igual para ningún hombre! Por ella tengo el corazón perdido. Por vanagloriar su honor desmedido peleé contra marqueses y condes, les hice callar, infames bufones, y contra todos he arremetido. Tú haces desaparecer mis dolores y las humillaciones que he sufrido. Dulcinea, dama de mis amores, sólo tú das a mi vida sentido. Dulcinea, reina de corazones, ¿soy yo tu caballero preferido? |
LOS CUEROS DE VINO: No sé si borracho o loco atrevido Don Quijote vuelve a sus fantasía y da rienda suelta a su maestría rodeado de varios cueros de vino. Qué se yo cuánto el pobre habrá bebido o si el tal Pandafilando lo haría, a quien con su espada alcanzar quería gigante, de una princesa, enemigo. Parece que al final ha sucumbido y de locuras su cabeza ardía. Toda cordura, de su ser, ha huido y ante los cueros su espada blandía. Tremenda batalla jamás se ha visto ni el vino que por el suelo corría. |
LA ÍNSULA BARATARIA: El bueno de Sancho llega a marqué de la ínsula que llaman Barataria y empieza a juzgar de forma arbitraria con inteligencia y recto quehacer. Es sorprendente cómo hace el papel con sabiduría universitaria y con una agudeza extraordinaria solventa los problemas sin desdén. Nunca cabeza tan rudimentaria solucionó problemas y traspiés sin la ayuda de buena secretaria. ¡Quítense el sombrero, pónganse en pie! Pues ha llegado de esta Barataria su ilustrísima, Don Sancho el marqués. |
LOS GALEOTES: Don Quijote y Sancho se han encontrado con un grupo de presos a galeras, y ha preguntado sin delicadeza el crimen que les llevó a tal estado. Escuchad de cada uno el pasado. Estimemos si es justa su condena, si es menester que cumplan esta pena y cumplan con lo que el juez ha dictado. Nunca se oyó algo tan disparatado como lo que alguno de estos nos cuenta y Don Quijote, calmo y muy pausado atiende con actitud muy atenta. Se toca el pelo, su barba ha rascado buscando un juicio que satisficiera. |
DESPEDIDA: Quizán Don Cervantes esté orgulloso del teatro que hemos interpretado, no olvidéis que el drama fue su trabajo y que lo dejó por falta de cobros. No te quedes sólo con estos cortos y descubre el tesoro que han legado: busca su libro, no dejes de lado las sanas aventuras de este loco. Leed para llegar a ser buenos mozos, leed con un corazón desenfrenado que los libros están llenos de oro... y todos nuestros sueños han forjado, de ilusión y fantasía, los ojos, de los aquí presentes han llenado. |